Uno de los indicadores de la escasa calidad de la democracia
española es la limitadísima diversidad ideológica en los medios de mayor
difusión en España. El sesgo conservador de tales medios –incluso de aquellos
que se consideran de centro o centroizquierda- es muy acentuado en España. Ni
que decir tiene que tal sesgo es también característico de gran número de
países llamados democráticos. Pero el caso de España es extremo. Un ejemplo de
ello es la cobertura de la política venezolana por los cinco rotativos de mayor
difusión en el país.
En EEUU, por ejemplo, donde el dominio conservador de los
medios es también muy acentuado, la cobertura de la presidencia Chávez ha sido
desequilibrada, dando gran prominencia a las voces críticas a tal gobierno.
Pero voces menos críticas, e incluso favorables a tal gobierno, han aparecido
en esos mismos medios. Tal como señala Mark