“Tres pasiones, simples, pero abrumadoramente intensas, han gobernado mi vida: el ansia de amor, la búsqueda del conocimiento y una insoportable piedad por los sufrimientos de la humanidad. Estas tres pasiones, como grandes vendavales, me han llevado de acá para allá, por una ruta cambiante, sobre un profundo océano de angustia, hasta el borde mismo de la desesperación” — Bertrand Russell

7/9/12

Diana Athill supo ganarse la muerte como una recompensa

Juan Forn

El gran Elías Canetti rechazaba la muerte. Literalmente. Creía que, si se lo proponía en serio, si enfrentaba el asunto con todo su ser, con toda la potencia de su personalidad, que era mucha, quizá lograra salirse con la suya. Salirse con la suya era no morir. Yo creo que Canetti fue una de las mentes supremas del siglo XX, pero en este aspecto tengo que coincidir con alguien mucho más pedestre que él, su anónima editora inglesa, una de mis damas preferidas en el reino de las letras, que dijo: “El señor Canetti puede rechazar la parca todo lo que quiera, pero dudo que sea recíproco”. Por esa clase de cosas, Diana Athill se ganaba al instante la confianza de sus autores o los perdía para siempre, y no fueron muchos los que perdió en sus cincuenta años de trabajo de hormiga en la editorial inglesa André Deutsch. Curiosamente, la Athill estuvo más cerca de lograr el cometido de Canetti que el propio Canetti: a los setenta y cinco años, cuando la editorial se vendió y los nuevos dueños la fletaron a su casa, descubrió con júbilo que podía escribir, que sabía escribir (“Tiene que ver básicamente con el hecho de encontrar un ritmo, o tal vez descender hasta un nivel en que ese ritmo existe de manera autónoma”). Los cuatro libros que publicó, desde entonces hasta sus noventa y dos años, hicieron creer a unos cuantos que esa mujer había pasado de largo su propia muerte, o merecido una segunda vida insospechadamente plena en las postrimerías de su prolongada (y opaca, según ella misma) existencia inicial.

6/9/12

El 11 de septiembre en Chile

11 de setiembre  Latuff
Álvaro Cuadra

Especial para La Página
Muy pocos ciudadanos estadounidenses saben que junto a la conmemoración de la tragedia del WTC en Nueva York, acá en el sur también tenemos razones para el recuerdo y la tristeza cada once de septiembre. Muy pocos recordarán que fue su propio gobierno, encabezado por Nixon y Kissinger, el que financió y preparó un golpe de estado un once de septiembre de 1973, en un pequeño país de América del Sur para derrocar a un gobierno constitucional encabezado por el presidente Salvador Allende. Se trató, claro está, de una felonía más a las que nos tiene acostumbrados la Casa Blanca en todo el planeta.

Último discurso de Allende
Para los chilenos, en cambio, tal fecha ha sido una mancha en nuestro calendario, mancha que delata algo sucio, lamentable e infinitamente triste que marca nuestro presente. Si bien todavía hay algunos desquiciados que celebran el genocidio, muchos otros prefieren callar, como si el silencio hiciera más liviana la vergüenza. Han pasado ya casi cuarenta años de aquel infausto episodio, sin embargo, nuestro país no ha logrado hasta la fecha salir de la fetidez de tanta tumba sin nombre, de tanto abuso todavía impune.

En Chile, contra lo que creía el filósofo, se ha impuesto la ley del más fuerte. Toda la violencia desatada aquel día ha tenido como corolario la prolongación del poder de los poderosos. La dictadura de Augusto Pinochet fue capaz de reinstalar en nuestro país el viejo orden oligárquico bajo ropajes neoliberales. Un puñado de familias concentra todo el poder económico y político, domesticando a la muchedumbre en el consumo suntuario. La desigualdad se ha entronizado entre nosotros, perpetuando la injusticia de siglos.

4/9/12

¿Conversaciones entre las FARC-EP y Juan Manuel Santos? / ¿Y entre Hugo Chávez y Barack Obama?

Alfredo Portillo

Especial para La Página
Caminando sobre una delgada cuerda se ha dado inicio a un proceso político que puede dar lugar a significativos cambios en la dinámica geopolítica de América Latina y el Caribe. Se trata de las conversaciones de  paz entre los insurgentes de las FARC-EP y el gobierno de Colombia.  Los primeros quieren la paz como parte de un proceso de conquista de reivindicaciones sociales para la mayoría desposeída de la población colombiana, mientras que el segundo concibe la paz como una condición necesaria para que Colombia se encamine hacia un crecimiento económico sostenido, en el marco de una  economía abierta al mundo.

Ese andar de equilibristas,  que ya  ha comenzado, tendrá como sedes a las ciudades de Oslo (Noruega) y La Habana (Cuba), y como países acompañantes a Venezuela y Chile. El primero de los equilibristas, las FARC-EP, procurará avanzar  para llegar airoso  al final de la cuerda, para luego insertarse (sin armas)  en la vida política colombiana, en medio del vasto torbellino de movimientos sociales que en el hermano país se ha venido levantando durante los últimos años. El segundo equilibrista, el Presidente Juan Manuel Santos, quien aspira llegar triunfante a la meta, levantando la bandera de la  paz y con un fuerte respaldo de la sociedad colombiana, que le garantice su reelección en el año 2014.

Campanadas a medianoche / Entrevista a Orson Welles por Peter Bogdanovich

Orson Welles  Marlo McKillop 
Peter Bogdanovich: ¿Diseñaste los escenarios para Campanadas a medianoche?
Orson Welles: Sólo construimos un escenario... La Cabeza de Jabalí, en un garaje.
P. B.: ¿Por qué en un garaje?
O.W.: Resultaba mucho más barato que en el plató de un estudio de cine.
P.B.: Ese escenario lo diseñaste tú mismo, ¿no es así?
"Campanadas a medianoche"
Fragmento
O.W.: Y lo que es peor, yo mismo tuve que pintarlo personalmente y montarlo y todas esas cosas. Por lo que se ve nunca soy capaz de encontrar gente que sea capaz de hacer las cosas como Dios manda. Tuve que pintarlo todo a mano en el escenario que representaba la tienda de antigüedades de Michael Redgrave.
P.B.: ¿En Mr. Arkadin?
O.W.: Así es. Noche tras noche, noches enteras, yo mismo, personalmente, después de haber dejado atrás todo un día de rodaje tras la cámara. ¡Dios mío, la cantidad de trabajo que puse en ello!
P.B.: ¿Qué hay del palacio?
O.W.: ¿El palacio en Campanadas a medianoche...? Bien, filmamos una semana en una iglesia en ruinas. Después de eso todo lo que tenía era un pequeño trozo de muralla contra la parte lateral del garaje. Todos esos interiores se hicieron con un trozo de muralla de escayola y un buen número de columnas en miniatura en primer término.

3/9/12

Paco Fernández-Buey, un intelectual comprometido

Foto: Francisco Fernández-Buey 
Vicenç Navarro

Ha muerto un intelectual comprometido con el bienestar y calidad de vida de las clases trabajadoras y de otros sectores de la población, componentes de las clases populares de este y otros países, así como con los movimientos de liberación existentes alrededor del mundo. El objetivo de su vida fue contribuir con su trabajo a terminar con la explotación, fuera ésta de clase, de género, de raza o de nación. Ya en sí, este propósito le distinguió de la gran mayoría de intelectuales que ponen sus conocimientos al servicio de las estructuras de poder, garantizando su reproducción. Pero lo que también distinguió a Paco Fernández Buey fue su coherencia. Fue característico de su compromiso no desviarse de aquel objetivo, intentando mostrar, en su vida personal, la continuidad de sus principios, lo cual le llevó a enfrentarse incluso a personajes, movimientos y partidos de izquierda que él consideró demasiado acomodadizos. Fue, en este aspecto, también un intelectual incómodo incluso para sectores de las izquierdas de las que formó parte y en las que militó. Militancia no significaba, para Paco Fernández Buey, obediencia y unanimidad, sino compromiso, mejor realizado a través de un proyecto colectivo. La falta de sensibilidad hacia la necesidad de diversidad y debate por parte de tales sectores de izquierdas explica, sin embargo, que abandonase aquellos instrumentos políticos sin que, con ello, y tal como ocurrió con muchos otros, perdiera o diluyera su constante compromiso.

Tal compromiso, sin embargo, se paga en esta sociedad con un alto coste personal. Un intelectual comprometido de izquierdas, crítico con estructuras de poder que aguantan y sostienen una enorme explotación (término evitado en el lenguaje versallesco del discurso mediático dominante) paga un coste elevado a nivel personal. Tiene negado todo fórum de acceso a la población. 

2/9/12

Del uso político de las catástrofes

Luis Britto García

Especial para La Página
Quien trata de sacar provecho de un desastre termina sufriendo uno.  Sobre toda calamidad revolotean tres especies de zamuros que se alimentan de la desgracia ajena. Los profetas, como los funcionarios de la embajada de Estados Unidos que según informa José Vicente aseguran a los encuestadores que los resultados cambiarán “a partir de la ocurrencia de un evento extraordinario”.  Los sensacionalistas que titulan “Amuay, campo de muerte”. Los festejantes, como la alcaldesa Evelyn Trejo de Rosales: “Indudablemente les tengo una buena noticia, explotó un tercer tanque… se incendió un tanque ayer…” ¿En verdad es tan fácil capitalizar el infortunio en Venezuela?

Veamos. El 6 de abril de 1964 el tanquero “Esso Maracaibo” choca contra el  Puente sobre el Lago de Maracaibo, derriba una sección y  provoca media decena de muertes. Ello para nada afectó al recién inaugurado gobierno accióndemocratista de Raúl Leoni.

En recuerdo de Francisco Fernández-Buey / ‘Es mejor caminar y morir que detenerse y morir’

Foto: Francisco Fernández-Buey 
Andrés Martínez Lorca

Especial para La Página
Lo conocí en Barcelona a finales de los años 70. Los comunistas andaluces de entonces admirábamos el trabajo político del PSUC [*], sobre todo en el terreno cultural. Una especial influencia ejercía ya en mí la figura y la obra de Manuel Sacristán. Habiendo elegido a Gramsci como tema de mi tesis doctoral, mi referencia inicial fue la Antología de Sacristán y los artículos de Fernández Buey. Ellos abrieron el camino y puede decirse que renovaron el marxismo en España, tanto a partir de sus fuentes como en la valiosa reelaboración llevada a cabo por el pensador sardo. Agotada la escolástica soviética y descarnada en la transición la pobreza teórica que envolvía el tacticismo de la dirección del PCE, los discípulos de Sacristán con Paco al frente hicieron una contribución de primer orden en el campo de la teoría: rigor intelectual, espíritu crítico, apertura mental a otras corrientes de pensamiento y compromiso político caracterizaron al grupo.

Aunque mi trabajo académico posterior se orientó hacia el pensamiento griego y medieval, siguiendo así la huella de nuestro maestro común Emilio Lledó, he seguido aprovechando las orientaciones de Gramsci y apreciando la lucha teórica y política de Paco Fernández Buey abierta a las nuevas realidades sociales. Nos reencontramos en el Congreso Internacional “Gramsci y la sociedad intercultural” celebrado en la Universidad Pompeu Fabra de Barcelona a comienzos de diciembre de 2009. Allí volví a disfrutar del talento de sus intervenciones, de su hermosa voz (que recordaba Salvador López Arnal en su entrañable necrología) y de su afecto como compañero y amigo.

Datos sobre la trompeta natural o barroca

Trompeta barroca, modelo largo
La llamada trompeta «natural» o «barroca» fue el instrumento para el que escribieron Claudio Monteverdi, Jean-Baptiste Lully, Henry Purcell, Johann Sebastian Bach y Georg Friedrich Händel: se trataba de una trompeta vaciada en metal y de forma moderna (sección cilíndrica hasta el pabellón que se ensancha progresivamente), pero que no podía emitir debido a la presión del aire nada más que los armónicos naturales del sonido fundamental que venía determinado por la longitud del tubo (teóricamente, esta longitud debería ser 2,34 m). La trompeta natural estaba afinada en do, más corrientemente en re (en ocasiones en fa en la Alemania del siglo XVIII).

Más abajo: 3 ejemplos con trompeta
Su sonoridad clara y penetrante, brillantísima, perfectamente adaptada a las interpretaciones al aire libre, hizo que se pasaran por alto sus limitaciones por lo que hay muchos pasajes que, aún tocados en modelos de válvulas, siguen pareciendo de una dificultad increíble. Las trompetas naturales que se tocaban en conjunto en fanfarrias eran idénticas, es decir, todas ellas estaban en la misma tonalidad: el músico que tocaba la parte superior utilizaba una embocadura más pequeña para facilitar la producción de notas sobreagudas. La actual trompeta de caballería es una trompeta natural.

De bancos malos y gobiernos terribles

Alberto Garzón Espinoza

Especial para La Página
[…] el gobierno de España [anunció el 31/08] un nuevo decreto ley que pondrá en funcionamiento el llamado banco malo. Se trata de una medida que venía incorporada en el memorándum que el Gobierno negoció con la troika, el cual no es otra cosa que un conjunto de condiciones económicas que ha de realizar España a cambio de los 100.000 millones de euros del rescate. Es decir, se trata de una nueva imposición que refleja la pérdida de un grado más en la soberanía de nuestro país.

Pongámonos en contexto. Actualmente estamos viviendo la resaca de la burbuja inmobiliaria, durante la cual se construyeron entre 2002 y 2007 más viviendas que en Francia y Alemania juntas (y ambas cuentan con el doble de población y el triple de territorio). Ese proceso de construcción desaforada permitió enormes ganancias al sector de la construcción-inmobiliario, que en alianza con los poderes políticos locales pudo utilizar mecanismos como las reclasificaciones y recalificaciones de suelo para añadir unos cuantos ceros a sus ganancias habituales. La conocida y práctica habitual del “pelotazo urbanístico”.

1/9/12

Tercerización, desempleo y el modelo laboral de Mitt Romney

Mitt Rommey  Donkey Hotey 
Amy Goodman

Especial para La Página
En Tampa, Florida, cuatro almas valientes de la zona rural de Illinois se sumaron a las decenas de miles de personas que no se dejaron intimidar por la amenaza del huracán Isaac durante la semana de la Convención Nacional Republicana. Sin embargo, no estaban entre los 2.400 delegados de la convención, ni eran parte de los 15.000 miembros de la prensa que asistieron al evento. Tampoco formaban parte de la gran fuerza policial de más de 3.000 oficiales que se hicieron presentes en la ciudad, en un operativo de seguridad que costó 50 millones de dólares y se financió con el dinero de los contribuyentes. Estas cuatro personas están a punto de sumarse a un grupo mucho más grande: las más de 2,4 millones de personas que en la última década perdieron sus empleos en Estados Unidos porque estos fueron tercerizados a China. En su caso particular, la empresa que los despidió y transfirió sus empleos al extranjero es Bain Capital, co-fundada por el candidato a la presidencia por el Partido Republicano, Mitt Romney.

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Conocimos al grupo en Romneyville, un campamento instalado cerca del centro de Tampa, establecido por la Campaña por los Derechos Humanos y Económicos de los Pobres con el mismo espíritu de los asentamientos irregulares creados en la época de la Gran Depresión, denominados ‘Hoovervilles’ (en referencia al entonces presidente estadounidense Herbert Hoover). Alrededor de 200 personas se congregaron frente a un escenario improvisado para escuchar a los oradores y músicos bajo la lluvia intermitente y el ruido de tres helicópteros policiales que ahogaban las voces de los activistas que luchan contra la pobreza. Muchos oficiales de policía montados en bicicleta ocupaban las calles que rodean el campamento.

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Cheryl Randecker fue una de las cuatro personas que conocimos en Romneyville. Su empleo en una empresa controlada por Bain Capital es uno de los 170 puestos de trabajo estadounidenses que serán tercerizados en el extranjero. La empresa se dedica a construir sensores de transmisión para automóviles y camiones fabricados en Estados Unidos. Cheryl fue enviada a China a capacitar a otros empleados sin saber que la empresa pronto sería vendida y que entre los empleos para los que estaba capacitando a la gente estaba el suyo propio. Le pregunté cómo se sintió al capacitar a sus propios reemplazantes luego de haber trabajado 33 años en la empresa:

31/8/12

Metanoia / La transformación interior por efecto de un sueño

Juan Forn

Si el tiburón se queda quieto, se hunde y se muere, así que hasta cuando duerme está en movimiento. ¿Sueña el tiburón cuando nada dormido? Nadie se anima a opinar. Lo único que se sabe es que el tiburón va haciendo descansar distintas partes de su cerebro mientras sigue nadando como en trance. Eso me hizo acordar una historia sobre Descartes, que tenía una tos que inquietaba tanto a su padre (la madre había muerto de la misma tos) que cuando lo mandó al prestigioso colegio de los jesuitas en La Flèche exigió para su hijo el privilegio de quedarse en la cama “en las mañanas inhóspitas de vahos y escarcha”, lo que permitió al pequeño René ejercitar el pensamiento en aquellas horas muertas y llegar a las conclusiones que todos conocemos.

Uno de esos días, Descartes tuvo un sueño tan vívido que no pudo evitar la tentación de ponerse a pensar mientras soñaba, y como no quería perderse el resto del sueño, siguió soñando mientras interpretaba. En el sueño, alguien le mostraba un poema que comenzaba y terminaba con el mismo verso, “Sí y no”, que el joven René reconocía al instante como perteneciente a los Idilios de Ausonio, un libro que amaba tanto que siempre lo tenía sobre su mesa, así que manoteó el libro, en el sueño, y se puso a buscar el poema y descubrió con estupor lo mismo que comprobó al despertar e ir hasta su mesa y abrir su ajado ejemplar de los Idilios de Ausonio: el poema no estaba, pero al terminar de hojear el libro, uno tenía la certeza de haberlo leído, desparramado en tinta invisible a lo largo de sus páginas. Es asombroso que Descartes haya sacado de ahí el razonamiento cartesiano, en lugar de la teoría de la incertidumbre, pero ya lo dijo el gran Lichtenberg: “Toda nuestra historia es únicamente de hombres despiertos. No hay una historia de los hombres que duermen”.

Desobediencia civil, Estado de Derecho y la izquierda en España

Alberto Garzón Espinoza

Especial para La Página
Las acciones del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT), y su réplica en Extremadura, han sido fenómenos políticos que han marcado la agenda mediática en las últimas semanas, pero desgraciadamente y por lo general los debates se han limitado a aspectos superficiales de la acción. Con ánimo de descender hacia el fondo teórico de tales acciones el compañero Luis Felip [LF] [2] ha escrito un post en su blog en el que reflexiona sobre el binomio legalidad y legitimidad, trayendo al debate aspectos cruciales de lo que es la estrategia y táctica de la izquierda anticapitalista. El objetivo, a mi entender, es dilucidar si estas acciones son coherentes y consistentes con la acción política de la izquierda y, en concreto, de Izquierda Unida. Mi intención es hacer aquí algunas aportaciones a dicho debate, tratando de justificar que estas acciones son tácticas adecuadas que se inscriben en una estrategia que busca alcanzar una democracia real y un verdadero Estado de Derecho.