Especial para La Página |
Estamos cometiendo un grave error al imitar la conducta de
los demás países. Un principio científico dice que lo más importante en ciencia
consiste en saber observar las peculiaridades de un fenómeno. Sin embargo,
hacemos todo lo contrario y nos aferramos a nuestras viejas categorías
intelectuales. Una categoría intelectual es como una ranura o como una ventana.
A través de estos espacios o ranuras alcanzamos a ver sólo lo que dichos
espacios nos permiten ver.
Hoy es lunes, y como todos los lunes hablaremos sobre un
tema especializado. Meditaremos sobre la relación que hay entre la economía y
la sociología. Para iniciar citemos un pasaje del Diccionario Filosófico de
Voltaire: "Os desafiamos a que
encontréis un solo pueblo en el que no se hayan realizado prodigios increíbles,
sobre todo en los tiempos en que casi nadie sabía leer y escribir".
Esta hermosa cita nos deja pensando en nuestros paradigmas.
Una herramienta utilísima para romper los paradigmas es la Navaja de Ockham.
Este instrumento epistemológico nos aconseja no multiplicar los entes si no es
necesario. Además esta Navaja siempre iba en los bolsillos del gran C.
Hitchens, crítico social por excelencia.
En los tiempos antiguos se producían milagros y en los
tiempos modernos se producen catástrofes económicas. Los antiguos creían que
los milagros o que las catástrofes eran designios divinos, y hoy pensamos casi
lo mismo sobre las burbujas financieras o sobre las devaluaciones.